A la corrupción, la coima, la excesiva tramitología, el obsoleto Código de Trabajo, las leyes populistas, los ineficientes servicios públicos que espantan la inversión extranjera y desalientan la nacional, se suma la inoperancia de Correos y Telégrafos Nacionales (Cotel).
La ineficiencia y el no me importa de los funcionarios a cargo de estos servicios, han llegado al extremo de que, por lo visto, no se han enterado de que el “ telégrafo”, que fue un gran invento en su época, ya no es operativo. No obstante , el nombre de la institución conserva la palabra “telégrafos” en su página web y otras instancias.
Cotel prestó en su momento dos servicios diferenciados: el de correos nacionales e internacionales y el de telegrafía. El primero trabaja a media asta. El servicio interno es pésimo. ¿A cuántos no se les ha enviado algo importante y, cuando lo va a retirar a la estafeta, el paquete no ha llegado y, finalmente, nunca llega? Con relación al correo internacional, este es una vergüenza. No se recibe en ninguna estafeta que conozco del país, sobres para el envío a Europa. Desde antes de la pandemia se suspendió el servicio aéreo a Europa. La respuesta es: “si es urgente, utilice un servicio privado “
Aparentemente, Panamá está moroso en sus cuotas al servicio mundial de correos y, por tanto, a los panameños nos han excluido como remitentes y receptores, “vía aérea”, de correos fuera del continente americano.
Panamá invierte millones en campañas para atraer turistas, inversionistas y empresarios, pero descuida lo básico, lo medular, lo cotidiano, como lo es un eficiente servicio de correos. Han despilfarrado dinero maquillando las oficinas del correo en casi todas las provincias, modernizando los cubículos y nombrando personal sin formación, equipo y conocimientos esenciales, como lo evidencian las interminables quejas que se pueden ver en el sitio Cotel Panamá.
Es imperdonable que en un país que pretende ser el “hub de América”, el correo no brinde un servicio que permita competir con sus homólogos de otros países. Esta institución es ejemplo de la incapacidad y desgreño de la administración pública. En el pasado, fue una entidad respetable y contribuyó decisivamente al desarrollo económico y social del país.Hoy, hay que presarle la atención que merece y equiparla de recursos tecnológicos que la era digital demanda; requiere personal competente y que se pague al día todos los servicios nacionales e internacionales que este importante y sensitivo servicio demanda. Ojalá me lean y actúen los tomadores de decisiones de este país.
Licenciada Nixa Gnaegi de Rios
Rectora
Universidad Tecnológica Oteima